Una de las cosas mas entretenidas que ofrece esta ciudad es la negociación con los conductores de tuktuk, también llamados auto-rickshaw, que son unos carritos de tres ruedas motorizados, con asiento para dos (o hasta 3) personas, mas un conductor. Un híbrido entre moto y auto, o mas bien una motos con asientos adicionales y un techito. Bueno, eso son taxis, que coexisten con las taxis tradicionales, pero son mas económicos y mas ubicuos. El procedimiento a utilizar es el siguiente: se le pregunta a un indio no entongado (para lo cual hay que elegirlo con cuidado) cuanto tiene que costar el viaje de A hasta B. Luego se acerca uno a un conductor y le pide presupuesto por ese viaje (los tuktuk tienen reloj taxímetro, pero pedir que se encienda para un turista esa una tentativa muerta antes de nacer). nuestro amigo solicitara una suma de tres a seis veces la tarifa normal. Comienza un interesante intercambio de opiniones, hasta llegar a un numero que es exactamente el doble del que estimo el nativo. En ese punto, la mayoría de los conductores se niega a continuar negociando y se retira. Algunos, en cambio, son algo mas flexibles, y con un poco de suerte y esfuerzo, consigue uno viajar pagando solo un 30 a 50 por ciento de sobreprecio. No me digan que no es divertido.
lunes, 22 de junio de 2009
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4 personas opinaron sin que les pregunten:
La verdad que pintoresco y gracioso es, no se cuanto sobreprecio me darian a mi, pero seguro que mucho mas que a vos...
Ay, el arte del regateo! Vas a volver hecho un erudito!
che, podes subir fotos???? Besos
No me hagas acordar de regatear, que yo soy el único gil que compra en Estambul al primer precio que le dicen. Menos mal que luego aprendimos, pero igual...
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